-Enclavado junto a la orilla del río Negro, conserva la arquitectura tradicional propia del noroeste zamorano. La exuberante naturaleza de su territorio, le señala como un lugar ideal para el disfrute de la paz y la tranquilidad.
-Se encuentra muy próximo a la A-52 o autovía de la Rías Bajas y a la N-525. Su acceso habitual es desde la N-525, para lo que se ha de tomar la salida del cruce con la CL-622 en dirección a Anta de Rioconejos, aunque a los pocos kilómetros se encuentra el cruce señalizado con la carretera que va directamente hacia Villar de los Pisones.
-Celebra sus fiestas el 28 de enero, en conmemoración a San Tirso, y el 21 de agosto, Nuestra Señora del Rosario.
Muy corta es la relación que el señor Madoz describe de este lugar, recoge que se encuentra situado entre montañas y que si terreno es desigual. Produce centeno, lino y pasto.
Pertenece al Ayuntamiento de Asturianos y el núcleo urbano lo conformaban 19 casas y una iglesia dedicada a San Vicente, cuyo derecho de presentación del señor cura dependía del señor Conde de Benavente.
Cría ganado y caza de varias clases. Su población la componían 10 vecinos y cuarenta almas. Su industria estaba formada por telares de lienzos y estameñas. El señor Olmedo, a principios del pasado siglo XX, recogía que este lugar estaba formado por 61 edificios y 144 habitantes y en aquellos años carecía de escuela.
Su término está dentro de las características generales de la comarca. es el nucleo humano de mayor altitud del Ayuntamiento de Asturianos, a 1060 metros.
Recorrer su término es disfrutar de esa transición que marca y prepara para la gran aventura de conocer La Carballeda y adentrarse en el corazón de esa Sanabria que atrae, gana y une para siempre.
Visitar este término, siguiendo por La Fuentes Hoyuelo, Tedendinos y los Molinitos, para continuar por Valle el Arca, Cabeinos, El Barjancón y terminar en Los Pereiros y Jimena. Si estableciéramos una ruta imaginaria habría que recorrer los Valles, Las cuadras, Valtimao, El Pisón -muy fácil de encontrar-, El Prugo, El Creiro, El Arrendao y El Fenal, para seguir por El Montiau, El Couto y Las Bogas. Se trata de un recorrido único que recordarás siempre.
fuente: Herminio Ramos Pérez y Dalmiro Gavilán Santos, , dibujos: Carlos San Gregorio.