Cerezal de Sanabria

-Se encuentra muy próximo a la A-52 o autovía de la Rías Bajas y a la N-525. Su acceso habitual es desde la N-525, para lo que se ha de tomar la salida del cruce que conduce a Lagarejos de la Carballeda, revasar este pueblo y continuar camino hasta llegar a Cerezal, donde termina esta carretera.

-Celebra sus fiestas el 30 de septiembre, en conmemoración a San Jerónimo.


Don Pascual Madoz en su diccionario culminado en 1850, nos ha dejado en su célebre obra datos interesantísimos que definen las características y hasta las posibilidades de lo que es y puede ser su término municipal que en aquel momento estaba constituido como Ayuntamiento. El núcleo urbano, situado en terreno llano, a la derecha a San jerónimo y una ermita consagrada a la santa Cruz, la presentación del cura párroco, como en la mayoría de la comarca, dependía del señor conde de Benavente.

Los datos sobre los cultivos los definen, en parte, las características del terrenos: lino, centeno, patatas y hortalizas, principalmente. También recoge que hay caza de perdices, liebres, conejos, corzos y jabalíes, lo que constituía ya en aquella época un detalle destacado dentro de la comarca.

Continuando con las generalidades de Cerezal de Sanabria, cuyo topónimo, sin dudad, nace en la misma tierra que ocupa, nos ofrece toda una singularidad dentro del núcleo humano, como lo indica que más del cincuenta por ciento de su población conforma un auténtico nudo industrial para la época, puesto que funcionaron dos telares, cuatro arrieros y tres molinos harineros, lo que constituye toda una referencia y sin dudad una definición total sobre la localidad.

Recorrer su término municipal es encontrar una curiosísima lista de topónimos que representan un rico vocabulario popular lleno, como suele ser toda la toponimia menor. Así nos encontramos con Los grandes, Prado coto, Valdelosende o el Chaguazal, para seguir con Paramio, El Valle, Tintal, Prado Grande, La Cuartilla y Los Regueros. Seguimos con nuestro viaje imaginario por El Fuello, El Cipayo y El Recunco,  La Jugada y La ribera.

fuente: Herminio Ramos Pérez y Dalmiro Gavilán Santos, dibujos: Carlos San Gregorio.